Fotograma de la serie The White Lotus, creada por Mike White y producida por HBO, cuya acción se desarrolla en un hotel de lujo.
| | | | Queridas lectoras, queridos lectores | | | | Para escribir Estuve aquí y me acordé de nosotros –una brillante radiografía de la relación entre turismo, trabajo y clase–, la periodista Anna Pacheco se infiltró en comités de empresa de hoteles de lujo de Barcelona y en fiestas dirigidas a sus trabajadores, mantuvo conversaciones con ellos y pasó horas en los halls y los cafés de esos no-lugares que han ido proliferando en todo el mundo. Allí analizó algunas de las consecuencias socioeconómicas más palpables que derivan de la gestión del turismo y del ocio, y que están sumiendo a muchas de nuestras ciudades (y también a los pueblos y al campo, no lo olvidemos) en un sinsentido neoliberal que problematiza la convivencia para los propios ciudadanos. En uno de los momentos más relevadores del ensayo, la autora reproduce algunas de las respuestas de los trabajadores cuando se les pregunta a qué clase social consideran que pertenecen: aunque sus discursos varían, muchos coinciden en situarse en la clase media. Pero Pacheco observa cómo, a menudo, lo que los «salva» de situarse en la clase obrera no es precisamente su trabajo en el hotel, que consideran precario, sino otros trabajos que realizan como autónomos con los que complementan su sueldo principal. | | | | Internet y el mundo digital han contribuido de manera incalculable al mito capitalista del hombre hecho a sí mismo: solo es necesario ver los millones de vídeos de criptobros y gurús de las finanzas que afirman que te puedes hacer rico en solo dos meses (y lo más importante: sin trabajar). A fin de cuentas, solo hace falta «ser un poco vivo», tal y como dice uno de los entrevistados en el libro: una actitud que lleva al pluriempleo y a una falsa sensación de autonomía, y que acarrea muchas otras consecuencias (como la creencia de que quien no sale de la precariedad es porque no es suficientemente listo o porque no quiere). Esa máxima de «hacerse a uno mismo» crea una ilusión de clase media y atenúa el resentimiento de clase, que se podría imaginar más pronunciado cuando la precariedad –propia– se une al lujo –ajeno–, como en el caso de los trabajadores de hoteles de lujo. A todo esto le podemos sumar la descentralización de la producción como otro más de los motivos de la desafección que hay con la conciencia de clase y los movimientos obreros, tal y como apunta el exministro de finanzas griego Yannis Varoufakis en un artículo de Miguel Ángel García, titulado La conciencia de clase languidece: por qué los jóvenes no se involucran en el movimiento obrero y publicado en El País. Una realidad que la digitalización ha exacerbado, algo que ya observamos en Las perfecciones, de Vincenzo Latronico y revisamos en esta newsletter dedicada a la novela. Como dice Varoufakis: «Además, lo que llamo cloud capital [capital en la nube] ha permitido que el trabajo sea efectuado por ciudadanos no asalariados fuera del mercado laboral». | | | | En palabras de Anna Pachecho: «Las entrevistas con los trabajadores del hotel no son, insisto, ninguna extravagancia. Al contrario: son una muestra de una percepción generalizada entre los trabajadores de todo tipo de sectores. La clase media (o ese pelín más bajo, ese bajito, ese casi casi, ese si no fuera porque...) puede que sea uno, sino el principal, de los escollos para sentir el nervio o algo parecido al resentimiento. (...) Los ricos no existen del todo. Ni siquiera se ven. Y algunos, como me dicen los trabajadores, son muy simpáticos y hasta te tratan muy bien». | | | | Esta semana publicamos en «Panorama de narrativas» Hombres puros, la novela del senegalés Mohamed Mbougar Sarr –traducida por Rubén Martín Giráldez– que precedió a la aclamada La más recóndita historia de los hombres, merecedora del Premio Goncourt 2021. Hombres puros aborda la homofobia de la sociedad senegalesa, en una historia conmovedora y compleja que se perfila como un poético alegato en favor de la libertad. En DumDum, estudio de grabación, que publicamos en «Narrativas hispánicas», el escritor Justo Navarro retrata su Granada natal como una ciudad ciberpunk repleta de droga y control sanitario-policial. Una novela de ciencia ficción que consigue extrañarnos ante la presencia de aquello que, aun no siendo familiar, resulta sin embargo reconocible. En la misma colección Pau Luque presenta Ñu, un divertidísimo e iluminador libro de antiayuda en el que el filósofo invita a abrazar los equívocos, los errores, los secretos y las contradicciones. Anna Pacheco publica en «Nuevos cuadernos Anagrama» Estuve aquí y me acordé de nosotros, al que hemos dedicado esta newsletter. Una radiografía, entre la crónica y el ensayo, de las dinámicas laborales en el sector turístico.
Por último, lanzamos en formato audiolibro El pasado anda atrás de nosotros, la disparatada e inquietante novela de Juan Pablo Villalobos sobre la familia, México y el empeño de escabullirse de la realidad, narrada por Juan Pablo Mazorra. | | | | Píldoras para estar al día | | | | -
«Tuvimos que demostrar nuestra fuerza» Estuve aquí y me acordé de nosotros entronca, por varios motivos (el de dar voz a los trabajadores, por ejemplo, o analizar una dinámica social desde la perspectiva de clase), con otro cuaderno: Fámulas, de Cristina Sánchez-Andrade, en el que la escritora gallega recoge los testimonios de cuatro mujeres empleadas del hogar (y al que le dedicamos esta newsletter). El texto recoge también la historia del crimen de las Hermanas Papin, quienes asesinaron brutalmente a la patrona a la que servían y a su hija en 1933. Cuando les preguntaron los motivos, una de ellas, Christine, respondió: «Nada teníamos contra ellas. Hace demasiado tiempo que somos criadas, eso es todo. Tuvimos que demostrar nuestra fuerza». | | | | Fotografía de las hermanas Papin durante su juicio, celebrado en Le Mans en 1933. | | | | -
Los cruceros en Stavanger View es un documental de 2022, dirigido por la poeta y cineasta Odveig Klyve, que muestra las consecuencias de la afluencia de cruceros en Stavanger, una ciudad noruega de 144.000 habitantes. Una pequeña joya sin diálogo que pone en contraste de una manera poética el paisaje nórdico con los imponentes barcos de acero, y que Anna Pacheco nos descubre en Estuve aquí y me acordé de nosotros: «Las calles se bloquean y se oscurecen hasta el punto de que parece que el crucero vaya a engullir las casas, del todo minimizadas en presencia del mamotreto». | | | | -
Se otorgan los 'Premios Openbank de Literatura by Vanity Fair' El pasado martes 12 de marzo se celebró la gala de los 'Premios Openbank de Literatura by Vanity Fair'. El jurado, compuesto por María Jesús Espinosa de los Monteros, Marta Moleón, Lorena Gómez Maldonado, Pepa Blanes, Malcolm Otero, Diego Garrocho, Antonio Lucas Herrero, Alfonso Tordesillas, Irene Hernández, Leila Guerriero, Óscar López, Laura Puente y Alberto Moreno, le otorgó a Fortuna, de Hernán Díaz, el premio a mejor ficción traducida, y a nuestra editora, Silvia Sesé, el de mejor editor/a. Podéis consultar el resto de premiados aquí. ¡Muchas felicidades! | | | | -
Paraíso: Amor El cineasta Ulrich Seidl dirigía en 2012 esta película que retrata las perversas dinámicas que se generan con el turismo sexual. A través de la historia de una mujer austríaca de cincuenta años que viaja a un resort en Kenia, Seidl mostraba perturbadoras dinámicas de clase, género y raza, y tejía una incómoda y mordaz crítica al neocolonialismo. El film forma parte del tríptico Paraíso, compuesto también por Fe y Esperanza, una filmografía que ofrece, según definió Jordi Costa en su crítica del 2013, «una lección magistral de cómo mirar la otredad sin paternalismos, ni condescendencia». | | | | -
Las Kellys advierten Cerramos la newsletter con el videoclip de «Housekeeping!», canción de Las Kellys de las Baleares que rodaron en 2021 en Magaluf y El Arenal, contando con la colaboración de la rapera Mama Fiera, entre otros. La asociación de camareras de piso advierten en ella: «Overbooking sin personal, / y mucha subcontrata saca tajá. / Yo quiero trabajar pa' vivir, / ¡que no, que no!, / vivir pa' trabajar». | | | | | «Hasta el desprecio que cada turista siente hacia los turistas y el ansia de diferenciarse de ellos y de pensarse a sí mismo como "viajero" no es más que una de las innumerables maneras con las que se perciben los individuos en una posición distinta a la que realmente ocupan en el espacio social.» Marco d'Eramo, El selfie del mundo
| | | | | | Un abrazo, ¡y hasta la próxima semana! | | | | Si has llegado a esta newsletter y no estás suscrito, puedes hacerlo aquí. Y si te ha gustado lo que has leído, no dejes de compartirla. | | | | | |