Ciencia ficción capitalista | La newsletter de Anagrama

 ¿Nos salvará el capitalismo del fin del mundo?
Abrir en el navegador 

Existe una remota posibilidad de que la Luna esté ahora mismo infestada de unos pequeños animalitos, unos seres microscópicos llamados tardígrados, comúnmente conocidos como ositos de agua. Miles de especímenes de este resistente organismo, capaz de soportar temperaturas extremas (de 150 ºC a -270 ºC) y altos niveles de radiación y de sobrevivir hasta diez años sin comer ni beber, viajaron en 2019 en la sonda israelí Beresheet, junto a algunos instrumentos científicos y una «Biblioteca Lunar» que contenía información sobre la civilización humana (una especie de cápsula del tiempo compuesta, entre otras cosas, por imágenes de libros clásicos, una copia de la Wikipedia en inglés, los secretos de los trucos de magia de David Copperfield y las memorias de un sobreviviente del Holocausto). La idea era poner a prueba la famosa resistencia del tardígrado en el ecosistema lunar para luego ser devuelto cuidadosamente a la Tierra. El problema fue que la sonda, justo cuando estaba a punto de aterrizar, no logró efectuar el alunizaje con éxito y se estrelló, lo que pudo provocar el derrame de los tardígrados por cráteres de la Luna. Aunque los expertos opinan que difícilmente sobrevivieron a la colisión, nadie sabe a ciencia cierta qué ha sucedido con esos indestructibles animalitos, por lo que cabe la posibilidad de que cualquier muestra que se pueda recolectar de material lunar a partir de ahora esté irremediablemente contaminada por ellos. 

La idea de enviar a los tardígrados en ese viaje espacial –una idea que, al parecer, no fue consensuada con Israel Aeropsaces Industries ni con SpaceIL, las empresas propietarias del Beresheet–, fue de Nova Spivack, un inversor norteamericano que ha llegado a autodenominarse el «primer pirata especial de la historia», y que dijo haber ocultado esta información para «evitar trámites burocráticos». Spivack forma parte de un grupo de multimillonarios, entre los que se cuentan Elon Musk, Jeff Bezos o Mark Zuckerberg: modelos heroicos surgidos en Silicon Valley, tecnohombres hipermasculinizados que dicen querer salvarnos de un desastre climático que a menudo han agravado sus empresas y que están impulsando una forma de capitalismo tecnológico lleno de promesas futuristas, de coches eléctricos y naves espaciales.

Ilustración de Beorn leggi y Aerobius dactylus, dos clases de tardígrados.

A ellos y a los tardígrados recurre el escritor argentino Michel Nieva, en su ensayo Ciencia ficción capitalista, con la intención de ilustrar cómo la fantasía colonialista del neocapitalismo se está dirigiendo hacia la conquista del espacio exterior (y a tantos otros temas propios de la literatura de ciencia ficción) para solucionar asuntos como el cambio climático, la mortalidad humana, o el agotamiento de los recursos terrestres. El capitalismo tecnológico, nos explica Nieva, se presenta a sí mismo como la única posible solución contra los desastres que él mismo ha generado, en una «irresoluble aporía: que el mismo capitalismo puede solucionar con más capitalismo las mismas crisis que el propio sistema provocó, y puede colonizar otros planetas con las mismas tecnologías que destruyeron este».

Nieva nos muestra con gran acierto cómo la ciencia ficción ha alimentado –y en muchos casos profetizado– el devenir del capitalismo tecnológico. O, lo que es lo mismo, cómo el capitalismo se ha apropiado de la imaginería y el lenguaje de este género. Los ejemplos de cómo la ciencia ficción capitalista ha trasladado al mundo de las finanzas la especulación propia de la literatura son numerosos: del metaverso de Zuckerberg, por ejemplo (que, junto con otros hitos como la Wikipedia, ya aparecía en la novela de 1992 de Neal Stephenson Snow Crash), a los ascensores espaciales que actualmente la NASA está estudiando y que ya aparecían en Las fuentes del paraíso de Arthur C. Clarke (autor que planteó por primera vez la posibilidad de que los satélites se podían usar para transmitir información), pasando por algunos ejemplos más antiguos como el caso del helicóptero (presente en la novela Robur el conquistador de Verne) o el colchón de agua, inventado antes por Robert Heinlein en Más allá del horizonte.

Uno de los aspectos más reveladores del libro, sin embargo, son las múltiples conexiones entre esta ciencia ficción capitalista y el brutal colonialismo sufrido por los pueblos indígenas. Si pensamos en cómo se arrasaron comunidades enteras, contaminándolas con microorganismos que causaron pandemias devastadoras (viruela, varicela, sarampión, tuberculosis, gripes, etc.), el caso de los tardígrados subraya aquello que nos dice Nieva: «Cuando los multimillonarios sueñan una sobrevida al ya inevitable capitalismo mediante una conquista del espacio o una colonización espacial, es inevitable que no emerjan de esas palabras los siglos de fuego, sangre y saqueo que dieron origen al sistema capitalista: la conquista y colonización de América».

Así, el autor nos remite a la sabiduría indígena y a su cosmovisión como una solución posible: «Porque si la ciencia ficción capitalista forma parte de una larga historia que conecta la colonización de nuevos planetas con la de América, y la destrucción de mundos indígenas con el arrasamiento total de la Tierra, solo la descolonización y el devenir indígena puede salvarnos, y no la repetición de las violencias ancestrales que perpetúan los multimillonarios de Silicon Valley».

Esta semana publicamos en «Panorama de narrativas» El libro de todos los libros, de Roberto Calasso, en traducción de Pilar González Rodríguez. Una fascinante narración y una cautivadora exploración intelectual de la Biblia y la Torá que aborda temas como el pecado original, el mandato divino, la construcción del Templo de Jerusalén, el rito del sacrificio, la idea del «pueblo elegido» o la Tierra Prometida.

«Narrativas hispánicas» recupera Lo que sé de los vampiros, de Francisco Casavella, publicada por primera vez en 2008 y con la que ganó el Premio Nadal, y que además fue la última obra del autor. Una novela que nos invita a conocer los claroscuros de los grandes acontecimientos y sus figuras más destacadas: Voltaire, Federico de Prusia, Mirabeau o Madame de Pompadour.

En «Argumentos», el físico Carlo Rovelli, autor de éxitos como Siete breves lecciones de física o El orden del tiempo, nos invita a experimentar la fiebre y la inquietud de la ciencia con Agujeros blancos, un ensayo con traducción de Pilar González Rodríguez que plantea qué sucede cuando un agujero negro muere, y que publicamos también en catalán con el título Forats blancs y con traducción de Francesc Massana.

En la «Biblioteca Tom Sharpe» reeditamos su obra más conocida, Wilt: la primera de las cinco novelas dedicadas al disparatado personaje Henry Wilt, que han convertido a Sharpe en uno de los autores más divertidos de todos los tiempos. Con traducción de J. M. Álvarez Flórez.

  • Una semana de premios

Esta semana se han anunciado varios premios importantes que han recaído en autores de nuestro catálogo. Por un lado, Álvaro Pombo, de quien acabamos de publicar El exclaustrado, ha sido galardonado con el Premio Cervantes 2024. Por otro, Samantha Harvey, de quien publicamos en 2022 el ensayo Un malestar indefinido, ha ganado el prestigioso Premio Booker con Orbital, una novela ambientada en el espacio que verá la luz en nuestro catálogo en enero de 2025. Y, finalmente, los recién aparecidos Premios Zenda 2023-2024, en sus categorías de Narrativa y Poesía, han ido a parar a Leila Guerriero por La llamada y a María Sánchez por Fuego la sed, respectivamente. ¡Enhorabuena!

  • Comunismo intergaláctico

En un célebre encuentro entre Lenin y H. G. Wells sucedido en 1920, el líder soviético, basándose en la doctrina marxista, declararía que, si existieran civilizaciones extraterrestres más avanzadas que la nuestra, estas serían comunistas. En ese momento, tal como nos cuenta Nieva en Ciencia ficción capitalista, nacía la ciencia ficción comunista, que más tarde encontraría expresiones tan extravagantes como la Cuarta Internacional Posadista, una organización argentina originada a principios de los sesenta que mezclaba ufología y comunismo y confiaba en que los ovnis traerían el comunismo a la Tierra y a todos los planetas del espacio. Una corriente que pervivió gracias a relevantes movimientos como el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, que incorporó a las comunidades indígenas en la lucha intergaláctica contra el neoliberalismo.

Vladimir Lenin y H. G. Wells en su reunión en el Kremlin el 6 de octubre de 1920.

  • Valzhyna Mort en la newsletter de La Bella Varsovia

«Este es un libro sobre el legado de muertes violentas en una familia: sobre no conocer a tus antepasados. Sus muertes cayeron en una especie de archivo de silencio. Un tercio de mi vida lo pasé con mi abuela, que fue "mi superviviente". En Bielorrusia todos nacemos solo porque hubo un superviviente en nuestra familia. A menudo era una mujer, una contadora de historias.» Estas son las palabras de la poeta bielorrusa Valzhyna Mort sobre su poemario, Música para los muertos y los resucitados, al que esta semana hemos dedicado la newsletter que publicamos quincenalmente en La Bella Varsovia.

Si queréis estar al día de las novedades poéticas, os recomendamos encarecidamente que os suscribáis a través de este enlace.

Over Vitebsk, pintura de 1913 del artista bielorruso Marc Chagall.

  • «Space Oddity»

No podíamos acabar esta newsletter con otra canción que «Space Oddity», la oda al espacio exterior que publicó David Bowie en 1969. Recientemente (y paradójicamente), el tema se ha vinculado a la figura de Elon Musk, pues la ha usado como walk-on song (aquellas canciones que se ponen cuando entra alguien al escenario) durante la campaña de Trump. Os recomendamos la lectura de este artículo que habla de su resignificación cultural, y os dejamos con la versión que el astronauta Chris Hadfield grabó en 2013 en la órbita espacial, dentro de la Estación Espacial Internacional, y que fue considerada por el mismo Bowie como «la más conmovedora versión de la canción jamás realizada».

Editorial Anagrama

c/ Pau Claris, 172 ppal. 2

Barcelona,

España

Recibes este correo porque te has suscrito a nuestro boletín. Si quieres dejar de recibirlo, haz click a continuación.

Darse de baja

Libros y textos en formato digital (pdf/epub) desde 0 euros

HAGA SU PEDIDO O CONSULTA A TRAVÉS DEL FORMULARIO , O CONTACTANDO A TRAVÉS DE EMAIL: aliazon.comercialyventas@gmail.com

Buscar por Autor o título

Para buscar libros editados en España IR AQUÍ a la Base de datos de libros editados en España, disponibles todos en ALIAZON LIBROS. Tenga en cuenta que para “libros editados no disponibles” o descatalogados podemos disponer de ellos de segunda mano. También disponemos de libros editados fuera de España CONSÚLTENOS: aliazon.comercialyventas@gmail.com